​​​​​​​Una Mano, Una Esperanza da esperanza a las víctimas de delitos

Una Mano, Una Esperanza, que en inglés es One Hand, One Hope, es una entidad sin fines de lucro de Denver que desde 2016 ha trabajado con víctimas de delitos para ayudar a los sobrevivientes a atravesar los procesos del sistema judicial.

La violencia doméstica entre nuestra comunidad hispana es un gran reto, especialmente para las mujeres", afirma Rosa Marie Vergil García, fundadora del grupo. Sabemos que las mujeres sufren más delitos violentos y, en muchos casos, pasar por ello forma parte de su historia de vida y de la cultura en la que se criaron. Cuando ellas están en Estados Unidos, a menudo quieren evitar lo que ocurre cuando se denuncia violencia doméstica en Latinoamérica, donde en muchos lugares una mujer no puede denunciar a su marido o pareja porque de lo contrario, termina en la cárcel".

En Latinoamérica, las mujeres suelen tener miedo de que denunciar violencia doméstica haga que sus agresores se vuelvan más agresivos con ellas. Además, les preocupa cómo van a pagar las facturas si su agresor va a la cárcel y tienen miedo de acudir a la justicia.

A menudo, las víctimas latinas de estos delitos buscan el apoyo de alguien que conocen bien y que no dirá nada. Suele tratarse de alguien que ayudará pero que no es un agente de policía, un trabajador social, un médico o una figura de autoridad. Buscan a una persona de la comunidad que proporcione apoyo de manera más informal. Este es el poder de Una Mano, Una Esperanza, dijo Vegil-García.

"Apoyamos a las víctimas de delitos durante y después del trauma y las acompañamos en el proceso de búsqueda de justicia", dijo. "Creemos en el poder de la prevención y en el apoyo a las personas para crear una comunicación saludable, relaciones saludables y familias saludables".

Alpine Bank ha contribuido a hacer posible la importante labor que realiza Una Mano, Una Esperanza, algo que Vergil-García agradece.

"Alpine Bank nos ha apoyado para continuar nuestra labor en la comunidad", dijo, con los programas educativos, alimentarios y de cuidado de la salud que ofrece la organización sin fines de lucro. En 2022, ayudó a 500 víctimas de violencia doméstica. Además, ayudó a 200 familias a pagar la renta, asistió a 700 familias a acceder al banco de alimentos y distribuyó regalos de Navidad a 800 niños en Denver y 300 en New Castle.

"Antes me sentía muy frustrada. Me sentía perdida y que no podría conseguir nada en este país... Ahora, me siento segura. Me siento bien. Estoy aprendiendo y conociendo el sistema", afirma una de las participantes.

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Personal de Alpine Bank

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