La organización sin fines de lucro brinda un espacio seguro para jóvenes adultos que están en hogares de acogimiento
"Esto les salvó la vida". Así termina el cuento de la pequeña que caminaba por la playa mientras las olas arrastraban cientos de estrellas de mar a la arena y ella las devolvía al agua. En eso, alguien muy confundido, le decía "No vas a poder con todas las olas", "Lo que estás haciendo no tiene sentido". Por suerte, esa persona estaba equivocada.
La estrella de mar es una insignia simbólica del logotipo de Foster Alumni Mentors (FAM), una organización sin fines de lucro con sede central en el condado de Mesa. Fundada por Kimberly Raff en 2017 con la misión de brindar un espacio de comunidad y contención a jóvenes que están en el sistema de acogimiento familiar y que, tal vez, pueden sentirse extraños, solos y avergonzados por sus historias. Las estadísticas para los 20,000 jóvenes estadounidenses que cumplen los 18 años y deben dejar los hogares de acogimiento son alarmantes e incluyen embarazos no deseados, desplazamiento del hogar, comportamientos peligrosos para sus vidas, síndrome de estrés post-traumático e incluso ser víctimas de la trata de personas, todo esto encabeza la lista de los peligros que corren las personas que no tienen una familia.
Kimberly, quien estuvo en un hogar transitorio desde los 14 años, sabe muy bien la vida difícil que le espera sin el apoyo de una familia, de amigos y de la comunidad. "En FAM, todos se sienten amados y valorados", comenta. "Somos una FAMilia: nos apoyamos, nos preparamos para la vida, generamos confianza en los jóvenes durante su transición a la adultez. El complemento es un vínculo de sanación que trasciende hacia futuras generaciones".
Kimberly nos cuenta que cuando era adolescente tenía tres trabajos y luchaba cada día para sobrevivir, hasta que un día, una de sus empleadoras le preguntó si le gustaría incribirse en la universidad. Esto le cambió la vida. Luego de asistir durante 12 años a la Colorado Mesa University fue la primera de su familia en graduarse con un título universitario. Sigió trabajando para el bienestar de las infancias y adolescencias observadas que habían pasado lo mismo que ella.
Gracias a eventos de recaudación de fondos, apoyo entre pares y acompañamiento de la comunidad, FAM realmente está cambiando vidas. Sus voluntarios enseñan temas como cómo alcanzar y sostener una estabilidad financiera, cómo pedir un préstamo, tributar o solicitar ayuda financiera y becas de estudio para ingresar a la universidad. También reciben acompañamiento para planificar la alimentación y prepararse comidas saludables, así como guía para el autocuidado y estrategias para relajarse.
"El apoyo de Alpine Bank nos permitió brindarles un hogar, ropa, trabajo, alimentos y mucho más a tantas personas que ahora están cumpliendo sus objetivos personales y saliendo adelante en sus vidas", asegura Kimberly. "Para quienes se han sentido marginados y olvidados, estamos fortaleciendo su autoconfianza y esperanza porque creemos en ellos. Gracias a ustedes por creer en nosotros para que podamos lograr todo esto".
Conoce más en fosteralumnimentors.org.
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